El estrés envejece: ¿cómo afecta a tu cuerpo y qué hacer al respecto?
Hemos hablado de un montón de técnicas de autocuidado, pero es importantísimo reconocer y ocuparnos del padecimiento más crónico y común de nuestras vidas: el estrés.
En esta edición, te digo:
- Qué es el estrés
- Por qué nos hace envejecer
- Cómo podemos revertirlo (según la ciencia)
El estrés es una respuesta natural y normal a situaciones en las que nos sentimos en peligro físico, emocional o psicológico. El cuerpo entra en un estado extremo de lucha o huida.
Esto es beneficioso si dura poco, pues nos permite actuar rápido y nos mantiene seguras, pero es muy peligroso cuando nos la vivimos estresadas todo el día. Y, ¿por qué es así?
¿Por qué nos envejece?
La hormona del estrés, el cortisol, refrena el sistema inmunológico y el metabolismo. Cuando estamos en este estado de alerta, nuestra presión arterial y frecuencia cardíaca suben, nos enfermamos más, tenemos picos de glucosa en la sangre y la digestión se vuelve lenta.
Ah, y disminuye drásticamente la producción de colágeno.
Este desbalance contínuo del sistema nervioso, inmune, hormonal y metabólico pone en peligro nuestro cuerpo y acelera el proceso de envejecimiento de cada una de nuestras células.
Por eso, la gente con estrés crónico es más propensa a padecer enfermedades cardíacas y de la piel, diabetes, obesidad.
Pero hay buenas noticias: de acuerdo a estudios recientes, su efecto es reversible. Basta con disminuir estos estímulos estresantes para que el cuerpo sane y se regenere por sí mismo.
Parece una tarea muy difícil, pero te traigo unos mini hábitos comprobadísimos que harán una gran diferencia en tu vida.
1. Ten contacto con la naturaleza
Hay mucha evidencia científica de los beneficios que tiene para nuestro cerebro y cuerpo el vivir rodeado de plantas. Disminuimos la producción de cortisol, tenemos mayor concentración, activamos nuestro sistema inmunológico y nos ponemos de buen humor.
Compra plantitas para tu casa (y date un rato para cuidarlas), o, si puedes, ve a dar una caminata en un parque.
2. Ponte en movimiento
El ejercicio genera endorfinas, una sustancia que nos da la sensación de bienestar, y también posibilita al cuerpo responder mejor al estrés porque “obliga” a nuestros sistemas a comunicarse entre sí.
Sé que a veces no tenemos tiempo, pero cualquier tipo de actividad física ayuda: puede ser una caminata de 15 minutos, subir las escaleras, hacer yoga o aeróbic.
3. Dedícale un tiempecito a algo que te gusta
Tenemos nuestros días muy ocupados y siempre hay más y más trabajo, pero si queremos sentirnos y vernos mejor debemos balancear los deberes con cosas que disfrutemos.
Tómate 30 minutos al día y lee un libro, ve una película, sal con amigos o pasea a tu mascota.
4. Prueba la aromaterapia
Nuestros nervios olfativos son sabios, y tienen efectos en nuestro sistema límbico, que dirige las emociones y el comportamiento. Generamos respuestas psicológicas y emocionales a partir de los olores.
Los aceites esenciales de lavanda disminuyen los niveles de cortisol. Date 5 minutos para hacerte un masaje con aceite, y, mucho mejor, acompáñalo con una corta meditación guiada.
Espero que estos mini hábitos te sirvan tanto como a mí. ¡Compárteme tus resultados y dudas por redes sociales! Me encantará saber de ti.
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Josefa Valdés
